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domingo, 11 de septiembre de 2016

POLICÍA FEDERAL ¡EL AZOTE DE DIOS!

A CONTINUACIÓN LO QUE OPINA UN ANALISTA POLÍTICO SOBRE LA PRESENCIA DE LA PF EN CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA.

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OPINIÓN

Policía Federal: ¡El azote de Dios!

Javier Cuéllar Moreno/
Analista Político | Domingo 11 Septiembre 2016 |

Me parece un error permitir que las fuerzas de la Policía Federal se acantonen de nuevo en Ciudad Juárez, presuntamente para reforzar la criminalidad que en los últimos meses se ha incrementado levemente. Más, si están al mando del señor Evaristo Jaso Galván, oficial sobre quien pesan duras acusaciones de abuso de la fuerza pública relacionadas con un operativo en la localidad de Tanhuato, Michoacán, donde fallecieron 42 personas por “intoxicación con plomo”, acción que fue condenada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

De hecho, sorprende que una personalidad como ésta se encuentre todavía en funciones y más que nos la hayan remitido a esta frontera.

La incidencia de este tipo de policía federal, corrupta y antinatural, es una de las causas del desplazamiento poblacional que sufren muchas comunidades del país, porque a la ciudadanía le resulta muy difícil y espeluznante defenderse de este tipo de delincuentes gubernamentales ya que no existe nadie que pueda protegerla de la mismísima policía.

En Ciudad Juárez sufrimos un desplazamiento poblacional difícil de calcular con exactitud, pero que muchos entendidos computan en unas 250 mil personas que abandonaron nuestra ciudad en el período negro y sanguinario de mayor violencia durante el régimen de Felipe Calderón, precisamente porque ante la acción criminal de las policías no encuentra uno dónde refugiarse en busca de protección, ya que son, precisamente los malos, los que debieran ser los buenos.

Este fenómeno comienza a repetirse con la presencia de policías federales en nuestra frontera y eso no debemos permitirlo. Chihuahua es el estado que presenta segundo o tercer lugar en el fenómeno de desplazamiento y esto es gracias a la Policía Federal más que al crimen organizado no gubernamental.

La perniciosa acción de las fuerzas de esa policía federal va a traer un incremento en la actividad criminal en nuestro medio. De hecho, las primeras extorsiones ya comienzan a sentirse, por ejemplo, en la integridad de un chofer de Uber cuya operación fue obstruida por una patrulla de la Policía Federal, cuyos tripulantes le sacaron 250 pesos, de acuerdo con uno de los relatos publicados por El Diario de Juárez. Además, algunos comerciantes del área de los cerrajeros se encuentran atemorizados porque esos elementos están investigando la identidad de los propietarios de esos changarros.

El gobernador César Duarte no puede permitir que estas huestes federales, herederas directas de Atila “El azote de Dios”, vengan a operar a nuestro estado y en especial a nuestra ciudad, debido a los antecedentes delictivos que tiene entre nosotros esa corporación, que más que proteger a la ciudadanía la vienen a extorsionar y hasta asesinar, según se vio en la última agresión que hicieron a un comerciante de automóviles chatarra de nuestra comunidad.

Nadie puede detenerlos. La Fiscalía General del Estado se encuentra impotente ante estas fuerzas federales del crimen organizado gubernamental que están fuertemente armadas y son exageradamente abusonas. La ciudadanía reclama justicia, paz y orden, y el gobernador debe exigir a las autoridades federales que retiren de nuestra comunidad a esa escuadra de malos policías que son una amenaza cumplida contra la comunidad. No todos, pero sí la mayoría.

Estos hombres no pueden venir a destruir la obra de pacificación del gobernador César Duarte, que es la estrella más brillante de su administración. ¡Fuera de Ciudad Juárez las policías federales! Es el clamor que se escucha por todos los confines de nuestra ciudad. La urbe no está dispuesta a ser nuevamente víctima de sus extorsiones ni de sus fechorías.



9-11 LOS SONIDOS DEL SILENCIO, TRIBUTO.